RECUERDOS DE UN ANTIGUO ALUMNO POR: CARLOS DIEGO MORENO MORENO (cap.1)

                                 

                                

fotos en las que podemos ver a los padres de nuestro protagonista de hoy en una fiesta de nuestro Colegio en el año 1969

Soy Carlos Diego Moreno Moreno, antiguo alumno de Don Bosco en la Casa Salesiana de Pozoblanco (San José) durante la E.G.B. desde septiembre de 1972 hasta junio de 1980. Hijo de antiguo alumno, nieto de antiguo alumno (en Utrera, Nuestra Señora del Carmen), hermano de tres antiguos alumnos y padre de un actual alumno (en Córdoba, San Francisco de Sales). Además, fui profesor en la Casa Salesiana de Málaga (San Bartolomé) desde septiembre de 1993 hasta septiembre de 1999, que es cuando más se aprende.

Me pide el amigo Alberto Luna Olid, vocal de comunicación de nuestra asociación, que escriba algo sobre mi experiencia con los salesianos y antiguos alumnos, tarea a la cual me dispongo. Después de leer las experiencias que han manifestado algunos y algunas de los antiguos alumnos en esta hermosa iniciativa, les voy a contar algo de mi relación con los Hijos de Don Bosco.

Nacido y “criado” en la calle San Juan Bosco de Pozoblanco, de pequeñín recuerdo las capillas de María Auxiliadora que visitaban cada casa durante un día donde mi madre le ponía flores y se llevaban a la siguiente casa vecina, con algunas monedas añadidas en la pequeña hucha, no quedaba más remedio que el colegio elegido por mis padres para mis hermanos varones y para mí, fuese el Colegio Salesiano San José. Por otro lado, siempre he visto en mi casa el Boletín Salesiano y la revista Don Bosco en España de los AAAA de Don Bosco, a las que mis padres estaban subscritos.

En la etapa de la E.G.B. tuvimos por profesores, mis compañeros y yo, a don Antonio Medrán (q.e.p.d.), don Miguel Molina, mi tío don Florencio Moreno Moreno (q.e.p.d.), don Ricardo, don Rafael Blanco Priego (q.e.p.d.); y en la segunda etapa a don Graciano García Sánchez (tutor), a don Francisco Cabrera y a don Diego Cabrera. Los salesianos que nos acompañaron en esta etapa fueron don Antonio Jiménez (con su campanilla), don Antonio Díaz Cívico (como director de 2º a 7º de E.G.B.), don Antonio Zurita, don Avelino, que nos dio clase de Religión Católica en 5º, y el último curso (8º) el director de la casa fue don Félix Martín Calderero y como director de la E.G.B. don Jaime Gil Vázquez. Acompaño la foto de grupo de de E.G.B., ya que las de y las proporcionó mi buen amigo Juan Ignacio Redondo Campos en su comunicación.

                                        

Como actividades lúdicas que más recuerdo son las deportivas, donde fuimos campeones provinciales de futbito en con don José Antonio Guijo Gómez y subcampeones provinciales de fútbol en con don Diego Cabrera. También recuerdo las obras de teatro, principalmente la de 8º, “Los aparecidos” con don Jaime Gil Vázquez (q.e.p.d.). Cómo no, el cine club Don Bosco de don Lorenzo Santacruz Villarejo (q.e.p.d.) donde los sábados por la mañana veíamos la película y a continuación don Lorenzo nos preguntaba cosas de la película y a quien acertaba le daba una entrada para el sábado siguiente o directamente “un duro”.

Respecto a la pastoral cabría destacar la catequesis de la Primera Comunión que nos dio don Antonio Díaz Cívico (q.e.p.d.). Pero lo que más nos ha quedado a los de nuestro grupo, sin duda, fue el Movimiento LUZ-VIDA. Los primeros años (6º y 7º) no tuvimos apenas reuniones pero fuimos algunos a los campamentos LUZ de Antequera, donde el director del campamento era nuestro paisano don Francisco Escribano López, que nos trataba con especial predilección a “los tarugos” y actualmente pertenece a la Casa Salesiana de Córdoba, San Francisco de Sales, siendo actual consiliario de la Asociación de Antiguos Alumnos de Córdoba, por lo que lo veo de vez en cuando.

Los tres siguientes años estuvo el grupo algo perdido, haciendo lo que buenamente podía nuestro animador don Jaime Gil Vázquez, pero no por ello dejé de ir a todos los campamentos: LUZ 3 en Antequera, VIDA-1 en el pantano de los bermejales en Granada donde el director del campamento era don Francisco Villalobos Galiano y también asistieron don Teodoro Castillejo Rubio y don Antonio César Fernández, justo antes de trasladarse a abrir la Casa Salesiana de Lomé (Togo, África), nuestro mártir salesiano de Pozoblanco. Los campamentos VIDA-2 y VIDA-3 fueron en Campobosco, Santa María de Trassierra (Córdoba), que como fueron los más importantes en nuestras vidas, adjunto una foto.                                     


Loa años más intensos en el movimiento Luz-Vida fueron Vida 3 y Vida 4, animados por nuestro querido y entrañable don Antonio Rides Romero, con el cual seguimos manteniendo una estrecha relación, además que “ha casado” a unos cuantos del grupo, también le ha dado la Primera Comunión a mis tres hijos de lo cual le estaré siempre agradecido.

Durante mis años de Vida-2, Vida-3 y Vida-4, paralelamente era el animador de un grupo que en se llamaba “Amigos de Domingo Savio” que luego pasó a llamarse Luz- 0, y en 6º y 7º fue Luz-1 y Luz-2. Recuerdo a casi todos los integrantes de este grupo, aunque pidiendo disculpas a los demás nombraré a Pedro García Alcaraz, Luis Escribano Cabrera, Emilio Gómez, Jesús Muñoz Dueñas, Ángel López García, Francisco Luna Olid, Pedro Jesús Valencia Sánchez, etc. En el Luz-2 los acompañé como animador al campamento de Antequera justo el día que terminaba mi selectividad (y España perdía la final de la Copa de Europa de fútbol en París), del que también muestro una foto.

Los veranos del Vida-2, Vida-3 y Vida-4 la principal actividad que teníamos fue el Oratorio Salesiano que nos ocupaba todo el verano, aparte de los campamentos. El primer año que yo participé (creo que fue el segundo que se celebró) estábamos muy pocos animadores: Pedro García Fernández, Alfonso José García Estrella, Francisco Ángel Moreno González, Francisco Javier Dueñas, Luis Sánchez Cabrera, Rafael Sánchez Fernández, y pido perdón por si me olvido de alguien. En la secretaría del Oratorio estaban Nunci Sánchez Fernández, Teo Aparicio Ruiz y María Jesús López Castilla. Coordinados para las buenas tardes por Juan José García Torralbo y para las actividades lúdicas por José Antonio Guijo Gómez y mi tío Antonio Moreno Cabrera. Ese año se desbordó la asistencia, recuerdo que yo daba las buenas tardes en la iglesia del colegio a todo primero y segundo de E.G.B. que por días fue aumentando en número hasta llenar prácticamente la Iglesia; ¡se pueden imaginar la algarabía!. Juan José García Torralbo nos daba el papel con las buenas tardes, yo me lo leía rápidamente, cogía la idea principal, cantaba una canción con la guitarra para que se fueran sentando y atraerles la atención, les daba la idea principal en muy poco tiempo como buenamente podía, otra canción y para el patio. Estaba la Iglesia llena de niños.

En una reunión de la junta directiva de nuestra asociación, a la cual pertenecí los cursos 82-83 y 83-84 como representante del grupo joven, asistió el entonces Inspector don Antonio Rodríguez Tallón de visita en Pozoblanco. Esta directiva estaba presidida por Pedro García Torralbo y otros miembros eran Domingo Sánchez Urbano (q.e.p.d.), Rafael Villarreal, Paco Ranchal, Juan Ballesteros, mi tío Antonio Moreno Cabrera, Manolo Agudo Moreno, Alfonso Cardador (q.e.p.d.), y perdón por si me he dejado alguno; como consiliario estaba don Jaime Gil Vázquez. Salió el tema del oratorio y Antonio Moreno le dijo las circunstancias en que se había realizado el verano anterior. Don Antonio Rodríguez Tallón tomó nota y al verano siguiente, el de 1983, envió a un entonces clérigo que dinamizó el Oratorio de forma fabulosa: mi amigo Teodoro Castillejo Rubio, que ya lo conocíamos de los campamentos. Teodoro inició una buena organización con los equipos: Alegría, Bondad, Compañerismo y Dinamismo. El siguiente verano, el de 1984, continuó la labor iniciada por Teodoro, el entonces salesiano Pepe Fontalba. De forma paralela surgió el Oratorio Juvenil que básicamente éramos los animadores/as, ya en mayor número y muchos jóvenes del pueblo más, con actividades deportivas, musicales y demás. Ese verano del 1983 se celebró el primer festival de la canción infantil y juvenil, donde participé junto a Ismael Márquez y a mi primo Juan Domínguez Campos (chairo) con la canción “Un hombre sentado al piano” en el festival juvenil. Por cierto, ganamos.












1 comentarios :

  1. Gracias Carlos Diego por compartir tus RECUERDOS con todos, algunos nos hemos transportado a nuestra infancia.
    Gracias también a los Antiguos Alumnos de Pozoblanco por tan bonita iniciativa, es curioso los RECUERDOS pues algunos muchas cosas ya las habíamos olvidado. Ánimo y a seguir trabajando.

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