RECUERDOS DE UN COLEGIO POR: DON TEODORO CASTILLEJO

 


MI CORAZÓN ESTÁ LLENO DE AGRADECIMIENTO A DIOS

Y A TODA LA GRAN FAMILIA SALESIANA DE POZOBLANCO.

 

            Cada vez que pienso en vosotros, os veo o me llegan noticias vuestras, éste es el sentimiento que me embarga. “Es de bien nacidos ser agradecidos” dice el proverbio y yo no puedo menos que sentirme dentro de este grupo. “Que se me paralice la mano derecha, que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti (de vosotros)” recoge un Salmo referido a Jerusalén que yo aplico a Dios, a ese gran pueblo, a todas sus gentes y a vosotros querida Familia Salesiana de Pozoblanco.

 


            Me pedís que escriba unas líneas del tiempo que he estado con vosotros. ¿Cómo recoger en unas líneas tantos veranos de Oratorio, los muchos años pasados en esa santa Casa prestando distintos servicios pastorales, los encuentros con cantidad de personas queridas, la cantidad de tareas compartidas con algunos de vosotros y todo el cariño que siempre he recibido de todos? ¡Unas líneas! Tendría que escribir un libro (casi como el de D. Manuel Rubio) para recoger lo que he vivido junto a vosotros y siento.

 

            He estado en la comunidad salesiana “San José” de Pozoblanco en tres etapas de mi vida o si queréis  en cuatro. En una de ellas, más que estar, iba y venía desde Córdoba cada fin de semana para echar una mano en las misas.  Voy a resumir mis vivencias entre vosotros en algunos grandes titulares, sin entrar en muchos detalles para que mi corazón no sufra demasiado. Trataré de evitar poner junto a  mis experiencias los nombres de muchos de vosotros para no herir sensibilidades. .Ahí van:

 


1.- MI EXPERIENCIA SALESIANA EN EL ORATORIO DE VERANO (comienzo de los 80).

            Durante mis años de Teología pase varios veranos en el Oratorio. ¡Qué lecciones de entrega y salesianidad recibí de aquel grupo de profesores-AA.AA. que lo re-iniciaron y lo dirigían! Los nombres grabados en mi corazón para siempre. Igual que la alegría de tantos niños, muchachos y jovenzuelos que participaban. “Somos del Oratorio… y aquí venimos a disfrutar”. Desde las cinco de la tarde con actuaciones en el pueblo y limpieza de patios cada día. Se iniciaron actividades nocturnas para animadores. Comenzamos con partidos de fútbol-sala para atraer a alejados. ¡Cuántos dolores de cabeza nos dieron! ¿Verdad Manolo Agudo? Tengo que nombrarte. Luego vendría: “Oratorios salesiano, casa, parroquia y escuela…”  ¡Cuánta vida y alegría se ha generado desde entonces!

 


2.- EL GRAN DÍA DE MI ORDENACIÓN SACERDOTAL (Año Internacional de la Juventud).

            No podía celebrarse en otro lugar más que en Pozoblanco, a pesar de que estaba destinado en Málaga. Los veranos en el Oratorio pesaron mucho en mi decisión, además era el lugar más cercano para que se trasladara mi familia y algunos vecinos-amigos con ellos. Debía ordenarme entre aquellos con los que había compartido experiencias pastorales entrañables. ¡Qué celebración preparasteis con cariño para todos! En la comida oficial no pudimos estar todos, pero como siempre los AA. AA. (¡Cuántos grandes amigos!) se apañaron para que después de la Liturgia, todos  los que quisieran pudieran tomar gazpacho y productos de la tierra. Y al final del día una función de teatro en honor del misacantano. ¡Cómo disfrutaron mis padres ese día y el siguiente en mi primera misa!

 



 

3.- UN CURSO COMO ENCARGADO DE LA COMUNIDAD Y LA OBRA (de “Casero”).

            No cumplía los requisitos que exigen las constituciones para ser Director, pero el Inspector del momento me mandó de encargado de esta Casa. Las orientaciones que continuamente llegaban al Colegio de la administración educativa exigían que la dirección estuviera en manos de personas más jóvenes, capaces de adaptarse a los cambios que se demandaban. Nuevo Director de Centro, nueva secretaria y un Encargado (“Casero”) aprendiendo a ser Director Titular. Los consejos paternos de D. Cristóbal Villalobos me ayudaron mucho. “El mini Equipo Directivo” pasamos muchas horas cuadrando horarios, rellenado “sábanas” para los pagos a profesores y dando clases de casi todo en la FP del momento. Sólo un año permanecí en esta responsabilidad, pero fue muy intenso. Era joven y empezábamos a compartir responsabilidades de dirección-animación. Siempre tuve a los AA.AA y demás grupos de la Familia Salesiana al lado para lo que fuera necesario.

 


4.- CUATRO AÑOS DE COORDINADOR DE PASTORAL DE LA CASA (un gran regalo).

            Las muchas experiencias  vividas y los años de trabajo en las casas, han hecho que me sienta feliz de ser salesiano. Por mi forma de ser en el servicio donde mejor me he encontrado siempre, ha sido en el de Coordinador Pastoral. En Pozoblanco he pasado cuatro hermosos años junto a hermanos salesianos entregados, un director de Centro “24 horas”, un equipo de profesores muy preocupado por los jóvenes e implicado en su educación, unos coordinadores de etapa responsables en sus tareas, unos animadores de grupos generosos y unos jóvenes con buena disposición. En este marco coordinar la Pastoral ha sido todo un privilegio. Debo dar muchas gracias a Dios, a los Inspectores que me designaros y a todos los colaboradores en la animación pastoral. Cada reunión de programación-revisión con el Equipo de Pastoral Escolar era motivo de satisfacción.

 


5.- LOS AÑOS DE DIRECTOR EN LA CASA SALESIANA MÁS GRANDE DEL MUNDO.

 

            Con el paso del tiempo medito sobre los cuatro años desempeñando en este servicio y  me parece no haber llegado en mi entrega al nivel de afecto que de vosotros he recibido. Estaré siempre en deuda de amor con todos vosotros. Los SDB de la comunidad me han acogido bien, han sido verdaderos hermanos y con su entrega generosa, a pesar de la edad,  han estimulado la mía.  Los SS.CC viviendo su Reglamento de Vida Apostólica (RVA) me  han recordado que debo ejercitar mi consagración cada día con ilusión. La presencia viva de los AA. AA. en la Casa y en el Pueblo me ha ayudado a estar más entre la gente. Su local una referencia constante. Los miembros de la Junta de ADMA han cumplido primordialmente el objetivo de extender la devoción a María Auxiliadora y hacer que su Iglesia esté siempre esplendorosa. Los grupos de HDB son referencia nacional y camino seguro para revitalizar el ser de  la familia cristiana. Los profesores identificados con su ser salesiano y entregados generosamente a su vocación de docentes. Implicados con los más necesitados. Los miembros de las Hermandades, los animadores del Oratorio, los del Movimiento Juvenil “Cristo Vive”, todos los muchachos del colegio y la cantidad de buena gente de nuestro pueblo me ha ayudado a ser cada día mejor salesiano. De todos tengo experiencias gratas. Puede que sólo nos veamos o comuniquemos ocasionalmente, pero sabed que en mi oración estáis presentes cada día. Es la forma de pagaros el amor que he sentido durante estos años entre vosotros. Os pido que no perdáis nunca el estilo de familia que os caracteriza y la amorevolezza salesiana que prodigáis al que llega.

 

            No puedo terminar sin aludir a la que “lo hace todo en nuestra vida”, María Auxiliadora. Que siga siendo Madre y  Auxilio de los más desfavorecidos de los jóvenes y familias de nuestro pueblo, del que me siento un poco parte.

 

            Os dejo esta oración, dirigida desde la distancia a los Sagrados Titulares de vuestra Hermandad: EL STMO. CRISTO DEL PERDÓN Y NTRA. SRA. DE LA AMARGURA y que en su momento envié a alguno de sus directivos.


NOTA:  El presente artículo se recibió en nuestra Asociación el pasado día 10 de enero sin presagiar lo que días después le iba a ocurrir a nuestro amigo Manolo Agudo, sirva entonces como homenaje del autor y de la propia Asociación. 

D.E.P. nuestro amigo Manolo Agudo Moreno.





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