MI CORAZÓN ESTÁ LLENO
DE AGRADECIMIENTO A DIOS
Y A TODA LA GRAN
FAMILIA SALESIANA DE POZOBLANCO.
Cada vez que pienso en vosotros, os veo o
me llegan noticias vuestras, éste es el sentimiento que me embarga. “Es de bien
nacidos ser agradecidos” dice el proverbio y yo no puedo menos que sentirme
dentro de este grupo. “Que se me
paralice la mano derecha, que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo
de ti (de vosotros)” recoge un Salmo referido a Jerusalén que yo aplico a Dios,
a ese gran pueblo, a todas sus gentes y a vosotros querida Familia Salesiana de
Pozoblanco.
Me pedís que escriba unas líneas del
tiempo que he estado con vosotros. ¿Cómo recoger en unas líneas tantos veranos
de Oratorio, los muchos años pasados en esa santa Casa prestando distintos
servicios pastorales, los encuentros con cantidad de personas queridas, la
cantidad de tareas compartidas con algunos de vosotros y todo el cariño que
siempre he recibido de todos? ¡Unas líneas! Tendría que escribir un libro (casi
como el de D. Manuel Rubio) para recoger lo que he vivido junto a vosotros y
siento.
He estado en la comunidad salesiana
“San José” de Pozoblanco en tres etapas de mi vida o si queréis en cuatro. En una de ellas, más que estar,
iba y venía desde Córdoba cada fin de semana para echar una mano en las
misas. Voy a resumir mis vivencias entre
vosotros en algunos grandes titulares, sin entrar en muchos detalles para que
mi corazón no sufra demasiado. Trataré de evitar poner junto a mis experiencias los nombres de muchos de
vosotros para no herir sensibilidades. .Ahí van:
1.- MI
EXPERIENCIA SALESIANA EN EL ORATORIO DE VERANO (comienzo de los 80).
Durante mis años de Teología pase
varios veranos en el Oratorio. ¡Qué lecciones de entrega y salesianidad recibí
de aquel grupo de profesores-AA.AA. que lo re-iniciaron y lo dirigían! Los
nombres grabados en mi corazón para siempre. Igual que la alegría de tantos
niños, muchachos y jovenzuelos que participaban. “Somos del Oratorio… y aquí
venimos a disfrutar”. Desde las cinco de la tarde con actuaciones en el pueblo
y limpieza de patios cada día. Se iniciaron actividades nocturnas para
animadores. Comenzamos con partidos de fútbol-sala para atraer a alejados.
¡Cuántos dolores de cabeza nos dieron! ¿Verdad Manolo Agudo? Tengo que
nombrarte. Luego vendría: “Oratorios salesiano, casa, parroquia y escuela…” ¡Cuánta vida y alegría se ha generado desde
entonces!
2.-
EL GRAN DÍA DE MI ORDENACIÓN SACERDOTAL (Año Internacional de la Juventud).
No
podía celebrarse en otro lugar más que en Pozoblanco, a pesar de que estaba
destinado en Málaga. Los veranos en el Oratorio pesaron mucho en mi decisión,
además era el lugar más cercano para que se trasladara mi familia y algunos
vecinos-amigos con ellos. Debía ordenarme entre aquellos con los que había
compartido experiencias pastorales entrañables. ¡Qué celebración preparasteis
con cariño para todos! En la comida oficial no pudimos estar todos, pero como
siempre los AA. AA. (¡Cuántos grandes amigos!) se apañaron para que después de
la Liturgia, todos los que quisieran
pudieran tomar gazpacho y productos de la tierra. Y al final del día una
función de teatro en honor del misacantano. ¡Cómo disfrutaron mis padres ese
día y el siguiente en mi primera misa!
3.-
UN CURSO COMO ENCARGADO DE LA COMUNIDAD Y LA OBRA (de “Casero”).
No
cumplía los requisitos que exigen las constituciones para ser Director, pero el
Inspector del momento me mandó de encargado de esta Casa. Las orientaciones que
continuamente llegaban al Colegio de la administración educativa exigían que la
dirección estuviera en manos de personas más jóvenes, capaces de adaptarse a
los cambios que se demandaban. Nuevo Director de Centro, nueva secretaria y un
Encargado (“Casero”) aprendiendo a ser Director Titular. Los consejos paternos
de D. Cristóbal Villalobos me ayudaron mucho. “El mini Equipo Directivo” pasamos
muchas horas cuadrando horarios, rellenado “sábanas” para los pagos a
profesores y dando clases de casi todo en la FP del momento. Sólo un año
permanecí en esta responsabilidad, pero fue muy intenso. Era joven y
empezábamos a compartir responsabilidades de dirección-animación. Siempre tuve
a los AA.AA y demás grupos de la Familia Salesiana al lado para lo que fuera
necesario.
4.-
CUATRO AÑOS DE COORDINADOR DE PASTORAL DE LA CASA (un gran regalo).
Las
muchas experiencias vividas y los años
de trabajo en las casas, han hecho que me sienta feliz de ser salesiano. Por mi
forma de ser en el servicio donde mejor me he encontrado siempre, ha sido en el
de Coordinador Pastoral. En Pozoblanco he pasado cuatro hermosos años junto a
hermanos salesianos entregados, un director de Centro “24 horas”, un equipo de
profesores muy preocupado por los jóvenes e implicado en su educación, unos
coordinadores de etapa responsables en sus tareas, unos animadores de grupos
generosos y unos jóvenes con buena disposición. En este marco coordinar la
Pastoral ha sido todo un privilegio. Debo dar muchas gracias a Dios, a los
Inspectores que me designaros y a todos los colaboradores en la animación
pastoral. Cada reunión de programación-revisión con el Equipo de Pastoral
Escolar era motivo de satisfacción.
5.- LOS AÑOS DE DIRECTOR EN LA CASA SALESIANA
MÁS GRANDE DEL MUNDO.
Con
el paso del tiempo medito sobre los cuatro años desempeñando en este servicio
y me parece no haber llegado en mi
entrega al nivel de afecto que de vosotros he recibido. Estaré siempre en deuda
de amor con todos vosotros. Los SDB de la comunidad me han acogido bien, han
sido verdaderos hermanos y con su entrega generosa, a pesar de la edad, han estimulado la mía. Los SS.CC viviendo su Reglamento de Vida
Apostólica (RVA) me han recordado que
debo ejercitar mi consagración cada día con ilusión. La presencia viva de los
AA. AA. en la Casa y en el Pueblo me ha ayudado a estar más entre la gente. Su
local una referencia constante. Los miembros de la Junta de ADMA han cumplido
primordialmente el objetivo de extender la devoción a María Auxiliadora y hacer
que su Iglesia esté siempre esplendorosa. Los grupos de HDB son referencia
nacional y camino seguro para revitalizar el ser de la familia cristiana. Los profesores
identificados con su ser salesiano y entregados generosamente a su vocación de
docentes. Implicados con los más necesitados. Los miembros de las Hermandades, los
animadores del Oratorio, los del Movimiento Juvenil “Cristo Vive”, todos los
muchachos del colegio y la cantidad de buena gente de nuestro pueblo me ha
ayudado a ser cada día mejor salesiano. De todos tengo experiencias gratas. Puede
que sólo nos veamos o comuniquemos ocasionalmente, pero sabed que en mi oración
estáis presentes cada día. Es la forma de pagaros el amor que he sentido
durante estos años entre vosotros. Os pido que no perdáis nunca el estilo de
familia que os caracteriza y la amorevolezza salesiana que prodigáis al que
llega.
No
puedo terminar sin aludir a la que “lo hace todo en nuestra vida”, María Auxiliadora.
Que siga siendo Madre y Auxilio de los más desfavorecidos de los
jóvenes y familias de nuestro pueblo, del que me siento un poco parte.
Os
dejo esta oración, dirigida desde la distancia a los Sagrados Titulares de
vuestra Hermandad: EL STMO. CRISTO DEL PERDÓN Y NTRA. SRA. DE LA AMARGURA y que
en su momento envié a alguno de sus directivos.
NOTA: El presente artículo se recibió en nuestra Asociación el pasado día 10 de enero sin presagiar lo que días después le iba a ocurrir a nuestro amigo Manolo Agudo, sirva entonces como homenaje del autor y de la propia Asociación.
D.E.P. nuestro amigo Manolo Agudo Moreno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario