ENTRADA TRIUNFAL EN JERUSALEN
La tarde
estallaba en bellos colores
los campos se
vestían de flores,
y la gente
sencilla de los alrededores
subían a Jerusalén
cantando loores.
Una turba de
pequeños y mayores
seguían a
Jesús, el amigo de los pobres,
que entraba en
Sion, curando los corazones
del pueblo,
esperando al “señor de los señores”.
Los niños
gritaban, empujando a los apóstoles,
para recibir
del Maestro, sus bendiciones,
los gritos
infantiles brotaban de los corazones
mezclando sus
risas, con cantos de los mayores.
Entran en la
ciudad de David, por los arrabales
que conducen
al Templo. Jesús, los apóstoles,
y las gentes
llegan al templo de sus mayores,
observando
la belleza de sus torreones.
Los niños
hebreos arrojaban sus flores
al que viene
enviado a sanar los corazones,
de los marginados,
publicanos y pecadores
y de los que esperaban el final de sus dolores.
Las palmas y
olivos entre los campos de mieses
mezclaban sus
olores y sus bellos colores
para el Nazareno,
arropado por sus seguidores
llegaban a
Jerusalén, para cumplir prescripciones.
Los fariseos
infiltrados entre los alborotadores
murmuran del
Nazareno, con maldiciones
llenaban de
odio, los sencillos corazones
de las
gentes que recitaban sus oraciones.
Gloria,
aleluyas y hosannas interminables
al Hijo de
David, a Jesús, entre los hombres.
Subiendo al
templo a cumplir por amores
la palabra
dada al Padre, desde los albores.
Domingo de
Ramos, de flores y canciones
para la Borriquita
que une los corazones
de padres e
hijos, entre aclamaciones
de alegría y
de gozo, por las procesiones.
Pozoblanco,
cuaresma 2021
Antonio Rides
Romero (sdb) Consiliario.
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