Don Bosco, un corazón oratoriano

Si hace unos días era A tope con Don Bosco, en esta ocasión apostamos por tener Un corazón oratoriano como Don Bosco. La Familia Salesiana (profesores, padres, monitores, salesianos y demás grupos de la familia) se caracteriza por un servicio como misión a la juventud de todos los lugares y tiempos y se necesita para este menester tener y pedir un amor muy grande con paciencia y unas ideas muy claras para estar y convivir con la juventud de nuestra época. Ahora se entiende por qué en la misa de Don Bosco se pide por todos los que tratamos con jóvenes para que tengamos un corazón tan grande como las arenas de la playa
La vida de nuestro Padre es un libro donde se puede leer y de la que se desprende multitud de vivencias, valores y detalles necesarios para el trato con los jóvenes. Don Bosco muestra tener en todos los momentos en su relación con niños y jóvenes esa paciencia, dulzura, mano izquierda o fortaleza en las adversidades con las cuales uno queda admirado de cómo los jóvenes lo querían y lo seguían con los ojos cerrados. No es difícil encontrar momentos en los que la frase Yo me quedo con Don Bosco salía del corazón agradecido de sus jóvenes del oratorio y sellaba para siempre esa amistad con Don Bosco.
El corazón oratoriano es tan fecundo, creativo y sufrido que no hay problema juvenil que se plantee que no tenga solución para un grupo de personas que aman a Don Bosco y a los jóvenes del mismo tiempo.
Los muchachos de la calle encuentran en Don Bosco a un padre que les ayuda a superar las dificultades y por eso les ofrece mucho amor, un cobertizo, unas clases, una profesión y, sobre todo, les enseña a confiar a amar a Jesús. La trasformación es visible de muchachos de la calle, los hace buenos cristianos y honrados ciudadanos.
El gran privilegio de Pozoblanco es tener un oratorio en el que se trabaja y apuesta por niños y jóvenes. Muchas personas, tanto jóvenes animadores como adultos de la familia salesiana, que ofrecen el tiempo libre, sano, educativo y cristiano a todos los jóvenes de nuestro pueblo sin distinción para que algún día lleguen a ser buenos cristianos y honrados ciudadanos.
El Oratorio es el buque insignia de la Comunidad y Familia Salesiana y que durante todo el verano, todos unidos con un corazón oratoriano, hacen el bien como Don Bosco en estos tiempos difíciles para toda la juventud.
En la preparación a la fiesta de Don Bosco, este año le pedimos a San Juan Bosco que toda persona que entre por las puertas del Colegio Salesiano lo haga con un corazón oratoriano para poder hacer todo el bien posible a los jóvenes con los que se relacione.

Con mis mejores deseos de una fiesta inolvidable recibid los saludos de vuestro amigo,
Antonio Rides.

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